lunes, 29 de agosto de 2016

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Teotihuacán: sus pirámides y sus Pueblos Mágicos

Teotihuacán

No muchas personas en el mundo tienen el privilegio de decir que viven a unos minutos de algunas de las pirámides más antiguas del mundo. Sin embargo, para la gente de San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, la zona arqueológica de Teotihuacán es parte del paisaje cotidiano.

El sitio arqueológico

Teotihuacán

En Náhuatl, Teotihuacán significa “el lugar donde el hombre se convirtió en dios”. Cuenta la leyenda, que fue allí donde los dioses se reunieron para crear al ser humano. Con 264 hectáreas de extensión (abiertas al público), este complejo monumental tiene como columna vertebral la Calzada de los Muertos, que hace más de un milenio, simbolizaba el centro del universo.

La “Ciudad de los Dioses” tiene varias importantes construcciones, como son: la Pirámide del Sol, la más alta de todas con 64 metros de altura; La Plaza y la Pirámide de la Luna, con 45 metros de alto; la Ciudadela, formada por la Gran Plaza y el Templo de Quetzalcóatl, que fue el corazón de la ciudad; el Palacio de Quetzalpapálotl, conocido por sus pirámides talladas con mariposas y quetzales, y donde solía habitar la élite; y los palacios de los Jaguares y los Caracoles emplumados, entre otras.

En el complejo hay también dos museos que vale la pena visitar, que son el Museo del Sitio, dedicado a la historia y los vestigios del complejo, y el Museo de Pintura Mural, con 34 muestras de arte pictórico que representan la vida diaria de hace muchos siglos.

Ten en cuenta que hay varios modos de recorrer el complejo, como a pie, en bici o hasta en globo, así que tómate un tiempo para investigar antes de ir. Entra aquí para saber más.

San Juan Teotihuacán

Foto: Mexicodesconocido.com.mx

Foto: Mexicodesconocido.com.mx

A seis kilómetros de la zona arqueológica se encuentra este pequeño Pueblo Mágico, hogar del famoso ex Monasterio y Templo de San Juan Bautista. Es un muy buen lugar para complementar tu visita a las pirámides, pues tiene varios atractivos por conocer. Destacan sus restaurantes Gran Teocalli y “La Gruta”, de comida típica; el templo de Nuestra Señora de la Purificación, el Jardín de Cactáceas, el Balneario “La Fuente” y la fábrica de productos de tuna, nopal y xoconostle. Hay, además, varias opciones de hospedaje que ofrecen servicios de bienestar como temazcal y masajes.

San Martín de las Pirámides

Parroquia_de_San_Martín_de_las_Pirámides

Del otro lado de las pirámides, está este Pueblo Mágico famoso por su Club Campestre, su hotel y sus instalaciones. Aquí se encuentran varios importantes edificios religiosos que vale la pena ver, que son la parroquia de San Martín Obispo de Tours, la Iglesia Ecce Homo y la Capilla de Santa María Palapa. Algo que no puedes dejar de hacer aquí es comprar sus artesanías, hechas con piedras semipreciosas (como ónix y cuarzo), barro y otros materiales. Otro de sus grandes atractivos es la celebración de la Feria Nacional de la Tuna, entre julio y agosto, dedicada a promover el fruto y sus muchas preparaciones.

Un detalle importante es que si planeas tomar un vuelo en globo sobre la zona arqueológica, aquí está el globopuerto de donde salen muchos de ellos.

Ahora ya lo sabes, en tu siguiente excursión a la pirámides, no dejes de visitar estos dos Pueblos Mágicos, con muchísimo que ver, hacer y comer.

Artículo original en Teotihuacán: sus pirámides y sus Pueblos Mágicos de Travel Report.



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Menú de Metepec: ¡Jamás te quedarás con hambre!

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El Oro: Un día de minas, chivas que curan el espanto y art nouveau

el-oro

Por más de doscientos años, las minas del Pueblo Mágico El Oro, en el Estado de México y a 8 kilómetros de Tlalpujahua, produjeron extraordinarias cantidades de oro, plata y zinc, al grado en que, por un periodo, fueron de las más ricas del mundo. Tal abundancia atrajo a pobladores de todos los confines del mundo, que plasmaron su estética en sus construcciones y su gastronomía.

Actualmente, El Oro es un pueblo de aires europeos rodeado por bosques de oyameles y pinos, con la gran cualidad de enamorar a cualquier visitante. A poco más de dos horas y media de camino de la CDMX, esta preciosa población es ideal para descubrir en un día.

Palacio Municipal El Oro

Al llegar por la mañana, lo primero que hay que hacer es pasear por el pacífico Jardín Madero, donde está el árbol del Bicentenario. Si tienes hambre, alrededor hay varias sencillas panaderías famosas por sus dulces biscochos y su café caliente.

De aquí dirígete a calle Hidalgo para visitar la capilla de Santa María de Guadalupe con su precioso atrio y su jardín de rosas. Un poco más adelante está el Palacio Municipal, cuya fachada Art Nouveau, resguarda el mural El Minero, del artista Manuel D’Rugama, y que representa la vida en El Oro hace cien años, mostrando el contraste entre las duras vidas de los mineros y los ricos que poseían las minas.

capilla de Santa María de Guadalupe

Y, fueron justamente los miembros de la clase alta quienes mandaron construir el cercano Teatro Juárez, la construcción más rica e importante del pueblo. Se construyó en 1907 para alojar óperas, zarzuelas y obras de teatro isabelino, y tiene una ornamentación exquisita de madera y detalles dorados. Los domingos se organizan proyecciones y eventos culturales que vale la pena ver. Afuera, hay una pequeña tienda de suvenires, por si quieres llevarte un detallito a casa.

Teatro Juárez El Oro

A unos minutos está el Mercado Municipal, que como todo buen mercado tiene abundancia de opciones para probar los antojitos locales y comprar artesanías y alimentos.

Otra muy buena opción para explorar la artesanía local, es el Centro Artesanal El Oro, dentro de una antigua bodega ferroviaria, en donde encontrarás todo tipo de piezas decorativas y gastronómicas, como cestos de ocoxal (de hojas secas de pino) y licor “La Chiva”, a base de hierbas y anís, y que se cree que “cura el espanto”.

Otra visita interesante es a la Plazoleta del Vagón, donde está la vieja estación de trenes, y el peculiar restaurante/vagón “Express Minero“, ideal para tomar algo. Sobre la misma avenida, encontrarás el Tiro Norte, una construcción recientemente restaurada que solía ser parte fundamental del trabajo minero y que tiene un bonito mirador.

Museo de Minería El Oro MX

Si te interesa la historia, date una vuelta por el Museo de la Minería, que a través de fotografías, artefactos y muestras de minerales, explora el pasado de esta peculiar –y peligrosa- industria.

Ahora que, si tienes ganas de disfrutar de la naturaleza, El Oro tiene las presas de Brockman y Victoria, una frente a la otra, donde podrás realizar actividades como pasear a caballo, acampar o pescar. Hay también varias opciones de cabañas, por si quieres quedarte unos días más.

Si vas con niños pequeños, te recomendamos tomar el tranvía turístico, que recorre tanto El Oro como la presa Brockman, y que es una muy buena opción para aprender más de este fantástico pueblo de mano de un cronista experto.

Y, si viajas a El Oro entre noviembre y marzo, te invitamos a visitar San José del Rincón, a media hora de camino, uno de los santuarios de las mariposas monarca.

¿Listo para tu próxima escapada?

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Valle de Bravo: 5 razones para irte este fin de semana

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Valle de Bravo, ósea “Valle, wey”, es una de las escapadas más populares de los chilangos, a solamente 145 kilómetros de la ciudad. Y es que este pequeño Pueblo Mágico con gran encanto, tiene muchísimo que ofrecer además de casonas frente al lago y adolescentes en plena fiesta. Aquí te dejamos cinco razones para visitarlo el próximo fin.

Su lago

lago valle de bravo

Aunque el inmenso lago es artificial, se siente como si llevara allí desde los inicios del mundo. Hay muchos modos de explorarlo, acorde a tus gustos y presupuesto: en lancha, kayak, jet-ski y hasta en un yate privado. Podrás, además, practicar pesca deportiva o simplemente admirarlo desde el muelle.

Su naturaleza

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Valle de Bravo está rodeado de montañas y árboles, ideales para practicar ecoturismo. Ya sea volando en ala delta en Monte Alto, haciendo rappel en el Peñón del Diablo, explorando La Peña del Príncipe, o subiendo a alguno de sus miradores para disfrutar de la vista, este Pueblo Mágico seguro acelerará tu corazón.

El pueblo en sí mismo

Foto: pueblosmexico.com.mx

Foto: pueblosmexico.com.mx

Valle de Bravo es una de las poblaciones más pintorescas del Estado de México y una de las mejores para disfrutar a pie. Además de la típica Plaza Independencia, el Jardín Central y la Iglesia de San Francisco, hay otros muchos lugares por ver, como la Casa de Cultura, donde realizan diversas exhibiciones artísticas; el Museo Arqueológico de Valle de Bravo, con piezas de 18 zonas arqueológicas; el Templo de Santa María Ahuacatlán, que alberga un Cristo Negro que se dice milagroso; y la Alameda, con abundancia de juegos infantiles.

Especialmente los domingos, el centro del pueblo se llena de alegría, música y sabor, así que no dejes de visitarlo.

Sus alrededores

cascada velo de novia

A unos minutos de Valle de Bravo hay infinidad de atractivos por conocer. El más importante es indudablemente el pueblo de Avándaro, a solamente unos minutos, donde se celebró el famosísimo Festival de Rock y Ruedas en 1971, y en donde están las majestuosas cascadas Velo de Novia y Río del Molino.

Hacia el norte está el Parque Monte Alto, que tiene alrededor de 20 kilómetros de senderos para andar en bici o caminar, además de opciones para volar en ala delta y en Parapente, una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida.

Si buscas paz y tranquilidad, entonces ve al Centro de Espiritualidad Carmel Maranatha, a seis kilómetros de Valle, una magnífica casa de oración carmelita construida durante la década de los setentas. Es un espacio para meditar y disfrutar del silencio, decorado con bellísimas esculturas y obras de arte.

Otra escapada obligada, a 25 kilómetros, es la Piedra Herrada, uno de los principales santuarios de la Mariposa Monarca, cuya belleza podrás disfrutar de noviembre a marzo.

Su gastronomía

esquites en valle de bravo

Si algo tiene Valle de Bravo que lo distingue de muchos otros destinos, es su amplia variedad de opciones gastronómicas, como son: esquites, atole de frutas, pan de leña, helado de zarzamora, trucha arcoíris, barbacoa, mole de guajolote, ate, alcachofas orgánicas, ¡y mucho más!

Además de estas 5 razones, Valle tiene mucho más que ofrecer, como sus inigualables hoteles, sus artesanías y por supuesto, la gran hospitalidad de su gente.

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Malinalco: 6 experiencias increíbles

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A poco menos de dos horas de la Ciudad de México, hay un Pueblo Mágico con un encanto muy especial. Pintoresco, cálido y rodeado por montañas verdes, Malinalco ofrece al visitante aires de misticismo, una estética típica y abundancia de aromáticas flores. Originalmente un asentamiento mexica, hoy es un destino muy popular de fin de semana. Aquí te dejamos seis increíbles experiencias que puedes vivir en Malinalco.

1. Pasear por sus calles

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Foto:Elselobusco

Caminar por Malinalco es caminar por su historia y su tradición, pues el pueblo cuenta con muchas construcciones antiquísimas, como el Convento Agustino del siglo XVI, y ocho preciosas capillas coloniales. Tiene, además, varios museos y centros culturales, como son el Museo Universitario Luis Mario Schneider, dedicado a la historia regional; el Centro Cultural Universitario Luis Mario Schneider, que cuenta con más de 17,000 libros; la Casa de cultura Malinalxochitl, en donde trabajan los maestros artesanos de la madera; y por supuesto, el Museo Vivo “Los bichos de Malinalco”.

2. Ir a ver las pinturas rupestres

Pinturas rupestres Malinalco

 

En los alrededores de Malinalco hay alrededor de diez sitios en los que se han descubierto testimonios pictóricos que hablan del mundo prehistórico. Entre los más conocidos están Los Diablitos, en la cañada del río Tepolica; El Coyotito, en el paraje de San Juan o Techimalco; y Las caritas, detrás del Panteón Municipal… cada uno, una ventana a un tiempo misterioso.

3. Visitar la zona arqueológica de Malinalco (Cuauhtinchan)

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Foto: Eneas de Troya

En el Cerro de los Ídolos, al poniente de la ciudad, se encuentra esta emblemática zona arqueológica azteca, donde los guerreros Águila y Jaguar realizaban sus ritos de iniciación. Por su forma, su templo principal ha sido constantemente comparado con Petra, en Jordania, y Abu Simbel, en Egipto. El complejo tiene varias construcciones, únicas en forma, estética y utilidad; cada una, un testimonio en piedra de una de las grandes civilizaciones de la historia.

4. Escaparte a Chalma

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Foto: Thelmadatter

A unos minutos de Malinalco, está el santuario del Señor de Chalma, dentro de un convento y un templo construidos en el siglo XVII, un destino popular para creyentes y turistas. Año con año, gente de todo el país va a disfrutar su belleza y admirar su Cristo. Vale la pena ver su legendario ahuehuete centenario, el Parque “Agua de vida”, las cuevas de la Trinidad, y la Terraza de los Peregrinos.

5. Probar sus platillos típicos

Trucha, Foto: AlejandroLinaresGarcia

Trucha, Foto: AlejandroLinaresGarcia

Ya sea trucha “estilo Malinalco” en el paraje “Las truchas”, pan elaborado en hornos de leña (como polveadas, bolillos, pelucas y moños) de venta en el mercado, jugo de piña con piquete, barbacoa de borrego, nieve de zapote negro, o hasta carnes exóticas (como de tlacuache), la oferta gastronómica de Malinalco es un placer para todos los sentidos.

6. Hacer deportes de aventura

Si vivir la adrenalina es lo tuyo, el aparentemente pacífico Malinalco tiene varias incomparables opciones. De parapente a escalada, y de cañonismo a bicicleta de montaña, aquí podrás ver el mundo desde–literalmente- cualquier ángulo.

Además de estas cinco experiencias, Malinalco tiene muchísimo más por ofrecer, como preciosas artesanías, retiros espirituales, primorosos hoteles y mucho más.

¡Te invitamos a conocerlo!

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Villa del Carbón: bosques, charros, pieles y rompope

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Si tienes ganas de irte de fin de semana a un lugar que combine la aventura, la gastronomía y la tradición, ¡no busques más! Pues a dos horas y media de la Ciudad de México está el Pueblo Mágico de Villa del Carbón.

Rodeado por bosques y presas, este pueblo de raíces otomíes tiene una identidad muy especial que integra la hermosura de la naturaleza con una rica historia, una antigua tradición charra, y un gran talento artesanal, que no sólo se mira, sino que se viste y se prueba.

Para pueblear…

Foto: http://ift.tt/2buoLkW

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El corazón de Villa del Carbón es su Plaza Hidalgo, o Plaza Principal, nombrada en honor del Padre de la Patria durante la celebración del Centenario. Está rodeada por algunas de las construcciones más importantes del pueblo, como la iglesia romántica de la Virgen de la Peña de Francia, el antiguo Palacio Municipal, varias casonas coloniales que en su momento fueron importantes tiendas; y su Casa de Cultura, que contiene una biblioteca, un auditorio, un centro comunitario de aprendizaje y un pequeño museo arqueológico. Hay, además, un precioso quiosco y uno de los cuatro árboles “de manitas” que quedan en nuestro país.

Cerca, encontrarás el Parque y Teatro al Aire libre, un espacio en donde se llevan a cabo todo tipo de eventos culturales que van de la música al teatro. Si tienes tiempo, date una vuelta para ver algún espectáculo.

Para disfrutar de la naturaleza…

Foto: villadelcarbon.org

Foto: villadelcarbon.org

En los alrededores de Villa de Carbón hay una gran cantidad de espacios naturales ideales para disfrutar en familia. Entre los más importantes están sus tres presas, que son:

Presa del Llano: A 12 kilómetros del centro del pueblo se encuentra esta popular presa, famosa por sus cabañas, sus chapoteaderos para niños y sus espacios para acampar. Puedes, también, pescar truchas, pasear en lancha o simplemente caminar por los senderos del bosque.

Taxhimay: Recientemente popularizada, la preciosa presa de Taxhimay está a media hora de Villa del Carbón. Es bien conocida porque en el centro de su presa se asoma la cúpula de la iglesia del poblado de San Luis de las Peras, inundado en 1931 para construir Taxhimay. Además de explorar el lago en lancha, podrás rentar acuabicis, pescar, andar a caballo o divertirte a bordo de una cuatrimoto.

Presa Benito Juárez: A diez kilómetros del Pueblo está esta entretenida presa, donde encontrarás actividades como paseos en caballo, cuatrimotos y pesca deportiva. En sus restaurantes típicos podrás disfrutar de sus platillos típicos, como trucha, naturalmente; sopa de hongos, y conejo al carbón.

Además de las presas, hay ocho centros recreativos como La Angora, Los 3 Hermanos y El Chinguirito, que ofrecen espacios para acampar, asadores, tirolesas y en ocasiones, albercas.

Eso además de su pista de motocross y su campo de gotcha, que promete horas y horas de diversión.

Para comprar (o solamente chacharear)…

Foto: Fotografía: Jesús Cabrera. (http://ift.tt/2bwLmul) Villa del Carbón

Foto: Fotografía: Jesús Cabrera. (http://ift.tt/2bwLmul)

En este Pueblo Mágico encontrarás una amplia selección de artesanías que llevar a casa. Destacan, por su puesto, sus icónicos botines de piel y la talabartería en general (chamarras, carteras, artículos de charrería, etc).
Brillan, también, sus deliciosos rompopes, hechos en una fábrica local respetando las recetas tradicionales de los conventos en donde se inventó hace muchísimos años.
Otra artesanía típica de Villa del Carbón son los textiles, creados en telares dentro de pequeños talleres locales.
Un buen lugar para comprar es el Mercado de Artesanías, alojado en lo que fue una escuela durante el siglo XIX, y que cuenta con una amplia selección de piezas de todo tipo; los propios talleres, o el tianguis de los fines de semana.

Para vivir la tradición charra…

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En este pueblo mexiquense, la charrería es fundamental en la cultura local. Con una larga tradición, y años y años de práctica, la maestría de sus charros se ha extendido mucho más allá de las fronteras de Villa del Carbón, triunfando en competencias nacionales.
Para vivir un poco de este antiguo arte, visita el Lienzo Charro “Cornelio Nieto” o el Rancho los Chaparros.

¿Qué esperas para dejar salir a tu charro interior?

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Tepotzotlán: una escapada virreinal de historia y sabor

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A 40 kilómetros del centro de la Ciudad de México, está el primoroso Tepotzotlán, un Pueblo Mágico que aún conserva el ambiente y la paz de otros tiempos. Su nombre proviene del náhuatl, y significa “donde abundan las jorobas”, una referencia a los cerros que rodean el poblado.

Chiquito pero muy rico, en Tepotzotlán hay bastante que ver y que comer. Aquí te decimos qué hacer en tu próxima visita.

Lo primero que salta a la vista al llegar a la plaza de la Cruz (o plaza principal) es la espectacular fachada del Ex Colegio de San Francisco Javier, la obra máxima del barroco churrigueresco de México.

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foto: Wiper México

Dentro, está el Museo Nacional del Virreinato, uno de los más reconocidos de México, que contiene cerca miles de piezas y colecciones de objetos provenientes del periodo de oro de nuestro país, como los retablos de San Francisco Javier, creaciones en oro y plata de diversos artistas, esculturas realistas, el Camarín de la Virgen de Loreto y hasta cerámica asiática. Su biblioteca tiene nada más y nada menos que 4,000 ejemplares antiguos e incunables. Además del museo, el complejo tiene varios patios interiores, amplios jardines con esculturas, un mirador, y la Hostería del Convento, hotel y restaurante tradicional.

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Foto: Adam Jones, Ph.D.

Si caminas a la izquierda, llegarás a la Iglesia de San Pedro Apóstol, que aunque no es tan impresionante, es el centro de fe más importante del pueblo y el lugar donde se hacen bodas, bautizos y pastorelas.

Al otro lado de la Plaza Principal, están los portales de Tepotzotlán, que alojan varios restaurantes como Carta Blanca y Los Arcos, ideales para comer como rey. Si vas con un presupuesto un poco más limitado, entonces camina hacia el Mercado Municipal para probar sus ricos antojitos mexicanos o una buena barbacoa.

Plaza_Hidalgo_-_Tepotzotlán_-_Mexico

Foto: Adam Jones, Ph.D.

En los alrededores de la plaza encontrarás también varios centros artesanales con piezas de todo el estado, heladerías, puestos de esquites y botanas, tienditas de suvenires de clima cálido y todo tipo de bares y restaurantes. Además, si vas en fin de semana, podrás presenciar rituales y danzas prehispánicas o tomar un tour de leyendas, que sale desde el Palacio Municipal.

Si quieres algo más al natural, a 31 kilómetros del Pueblo Mágico está el Parque Estatal Sierra de Tepotzotlán, que contiene los famosos Arcos del Sitio, un enorme acueducto que antiguamente llevaba el agua desde el río Oro hasta el pueblo. Tiene 43 arcos divididos en 4 niveles y mide 61 metros de alto, lo que lo hace uno de los más altos de Latinoamérica.

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Foto: Adrián Cerón

Y, si viajas con niños, te recomendamos el Parque Ecológico Xochitla, a dos kilómetros del centro, que tiene 70 hectáreas de áreas verdes y un sinfín de actividades para chicos, como juegos inflables, ciclopistas, un pequeño tren, paredes de escalada y mucho más.

Otra opción es la Presa de la Concepción, a 13 kilómetros del pueblo, en donde no se puede entrar al agua pero sí se puede acampar, pescar, hacer un pícnic o simplemente disfrutar del aire libre.

¿Qué esperas para visitarlo?

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Ixtapan de la Sal: Tips para disfrutar el balneario al máximo

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En el Pueblo Mágico de Ixtapan de la Sal, está el divertido Balneario de Ixtapan, uno de los más grandes de Latinoamérica. Tienen muchas atracciones para toda la familia, que van de trenecitos y paseos en lancha, a toboganes y albercas de todo tipo, canchas deportivas, áreas verdes y aguas termales. Como queremos que aproveches tu visita al máximo, aquí te dejamos algunos tips.

  • Ve bien preparado. Acuérdate de siempre llevar sandalias para proteger tus pies, especialmente si usas las regaderas y los vestidores. Si tienes que comprar algún traje de baño, gorra o artículo de baño, adquiérelos en el pueblo, donde son más baratos.
  • Ponte protector solar en varias ocasiones, aunque esté nublado. Si te mojas, reaplica muy seguido para evitar quemaduras.
  • Entre semana, es común que una gran cantidad de toboganes y albercas estén cerradas, porque va muy poca gente. Por eso, es cuestión de decidir si prefieres menos gente y menos atracciones, o al contrario, más gente y más atracciones.
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  • Si vas en temporada baja, lo más probable es que no todos los restaurantes estén abiertos, por lo que la comida disponible será del tipo de tortas, hamburguesas y comida rápida en general, así que si tienes una dieta más restringida, toma tus precauciones. Si vas en fin de semana o en vacaciones, no te preocupes porque habrá de todo.
  • El balneario tiene asadores disponibles, por lo que puedes disfrutar de una carne asada en compañía de toda la familia (puedes llevar tus propios alimentos).
  • No todas las actividades y atracciones están incluidas en el precio de tu boleto, así que investiga antes de entrar. Por ejemplo, el Balneario Termal cuesta $25 si entras desde el parque y $75 si es desde fuera.
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  • Ten en cuenta que hay disponibles cabinas y vestidores para grupos (de entre 4 y 10 personas), con un costo adicional que va de los $120 a los $250. El locker tiene un costo de $50, más $100 del depósito de la llave.
  • Si no quieres llevar coche, el parque ofrece dos paquetes que incluyen transportación, sólo disponibles durante los fines de semana. El Paquete Básico cuesta $270 e incluye entrada y transportación redonda; el Paquete Todo Pagado incluye entrada, transportación y comida buffet.
  • Los autobuses salen a las 8:00 desde la estación del metro San Antonio (Av. Revolución, Ciudad de México) y regresan a las 18:00. Los boletos solamente están disponibles dentro de la misma estación del metro (con dirección al Rosario), de 9:00 a 18:00.
  • Si planeas quedarte en Ixtapan por varios días, tómate un tiempo para recorrer su bonito pueblo, con su Parroquia de la Asunción y su Jardín Central. Y, si te da tiempo, escápate a las cercanas Grutas de la Estrella, con fantásticas formaciones minerales que te sorprenderán.
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Tarifas de entrada a Ixtapan

De lunes a jueves:

  • Adultos: $105
  • Niños (hasta 1.30 m): $60
  • Niños pequeños (de menos de 90 centímetros): gratis

De viernes a domingo

  • Adultos: $220
  • Niños (hasta 1.30 m): $150
  • Niños pequeños (de menos de 90 centímetros) : gratis

¡Al agua, patos!

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Pueblos Mágicos: Descubre el Estado de México a través ellos

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El Estado de México es uno de los territorios más ricos y diversos de nuestro país, al grado en el que cuentan con 10 magníficos Pueblos Mágicos, cada uno con una identidad única e incontables atractivos. ¿Nos acompañas a conocerlos?

Los Pueblos Mágicos

1. San Juan Teotihuacán

Foto: Mexicodesconocido.com.mx

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A 6 kilómetros de la zona arqueológica, este Pueblo Mágico tiene varios atractivos ideales para complementar tu visita a las pirámides, como el Templo y Monasterio de San Juan Bautista, el Templo de Nuestra Señora de la Purificación y el Jardín de las Cactáceas, que tiene más del 60 % de las especies de nuestro país. Si vas en lunes, date una vuelta por su tianguis de comida. Tiene, además, los restaurantes “La Gruta” y “Gran Teocalli”, así como abundantes opciones de hospedaje.

2. San Martín de las Pirámides

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Del otro lado del sitio arqueológico, está San Martín, famoso por su arquitectura religiosa y sus artesanías de piedras semipreciosas, como el ónix y el cuarzo. Vale la pena visitar su Parroquia de San Martín Obispo, la Iglesia Ecce Homo y la Capilla de María Papala, así como asistir a su Feria Nacional de la Tuna. Aquí se encuentra el globopuerto de donde salen varios recorridos en globos aerostáticos.

3. Villa del Carbón

Foto: http://ift.tt/2bwLSZt

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A dos horas de la CDMX está este precioso pueblo colonial con raíces otomíes, en el que se combinan una centenaria tradición charra, un gran talento artesanal y una esplendorosa naturaleza. Sin importar si eliges pasar un día disfrutando alguna de sus presas o centros recreativos, paseando en su centro histórico, explorando su mercado o visitando el lienzo charro, seguramente tendrás un viaje extraordinario.

4. El Oro

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Hogar de la que alguna vez fue la segunda mina más importante del mundo, El Oro es un poblado rodeado de bosques de oyameles que brilla por su primorosa arquitectura europea, su espectacular Teatro Juárez, su centro de artesanías, su cultura minera, y sus dos preciosas presas. No dejes de probar su licor “La chiva”, de hierbas y anís, y de llevarte a casa una artesanía de ocoxal, o pino seco.

5. Aculco

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A 125 km de la CDMX, Aculco es un Pueblo Mágico ideal para los amantes de la aventura, la historia y la naturaleza. Ahí están las bellísimas Cascadas de la Concepción, con una caída de 25 metros sobre un conjunto de prismas basálticos; y la presa y peña de Ñadó, ideales para practicar ecoturismo. El pueblo en sí es también muy interesante, con sus centenarios Lavaderos Públicos, su Parroquia y Ex-Convento de San Jerónimo, y sus varios talleres de queso artesanal y de artesanías de cantera.

6. Ixtapan de la Sal

ixtapan de la sal Pueblos Mágicos del Estado de México

Famoso por su enorme balneario, uno de los más grandes de Latinoamérica, y sus aguas termales que se dice tienen propiedades curativas, Ixtapan ofrece todo para unas vacaciones de relajación y comodidad. Además de divertirte en el agua, no puedes dejar de visitar su magna Parroquia de la Asunción y su Jardín Central. Si tienes tiempo, escápate a las Grutas de La Estrella, una maravilla natural que encanta a cualquiera.

7. Malinalco

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A menos de dos horas de la CDMX está este místico Pueblo Mágico, rodeado de montañas verdes y coronado con techos rojos. Tiene una gran gama de actividades por realizar, que van de explorar su sitio arqueológico o ver sus pinturas rupestres, a probar deliciosos platillos típicos y practicar deportes extremos, como vuelo en parapente. Está muy cerca del famoso Santuario del Señor de Chalma, uno de los más importantes de nuestro país.

8. Valle de Bravo

Foto: pueblosmexico.com.mx Pueblos Mágicos del Estado de México

Foto: pueblosmexico.com.mx

Una escapada muy popular de fin de semana, Valle de Bravo tiene un encanto provincial único. Con todo lo que hay que hacer en su lago, sus calles empedradas, sus espacios artísticos, sus oportunidades para hacer ecoturismo, y su cercano Avándaro, sobran razones para visitarlo.

9. Metepec

Foto: Thelmadatter Pueblos Mágicos del Estado de México

Foto: Thelmadatter

Famoso por sus coloridos y elaborados árboles de la vida, Metepec es un Pueblo Mágico que aunque más urbanizado que otros, no ha perdido su encanto provincial. Además de su Iglesia y Ex-Convento de San Juan Bautista, hay que visitar su Museo del Barro, su Iglesia del Calvario y, por supuesto, su Plaza Juárez. Si vas en lunes te recomendamos el famoso tianguis, donde podrás probar sus deliciosos platillos tradicionales.

10. Tepotzotlán

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Muy cerca de la CDMX, Tepotzotlán es ideal para pueblear sin tener que ir muy lejos. Entre lo mucho que hay que ver, lo principal es el espectacular Ex-Colegio de san Francisco Javier, la obra cumbre del barroco churrigueresco y que aloja el Museo del Virreinato, con cerca de 34000 piezas y 4000 libros antiguos e incunables. El centro del pueblo es también muy agradable para pasear con una nieve en mano, recorriendo sus portales o chachareando en su mercado. A unos minutos en auto está el Centro Ecoturístico Arcos del Sitio, hogar de uno de los acueductos más grandes de México.

Como podrás ver, opciones no faltan y motivos sobran para visitar el Estado de México. ¿Qué estás esperando para descubrirlo?

Artículo original en Pueblos Mágicos: Descubre el Estado de México a través ellos de Travel Report.



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Aculco en un día: para amantes de la naturaleza –y el queso–.

aculco

Bienvenidos al Pueblo Mágico de Aculco, a 125 kilómetros de la Ciudad de México, una población de magia y naturaleza.

Nuestra primera parada es en las cascadas de la Concepción, una serie de caídas de agua de 25 metros de alto, que por años y años han moldeado los impresionantes prismas basálticos del cañón de Aculco.

Además de ver las cascadas y escalar, se puede pasear en lancha y pescar en la cercana presa Ñadó, hacer montañismo en la peña de Ñadó, y visitar el Balneario Municipal, que tiene una alberca olímpica. Si tienes tiempo, ve a ver también la cascada Tixhiñú, que aunque más pequeña es igual de admirable.

Prismas basálticos Aculo

Después de ver esta maravilla natural, volvemos al pueblo para explorar sus calles coloniales. Lo primero que vamos a visitar es la Plaza de la Constitución con su tradicional quiosco, el Palacio Municipal, los acueductos conocidos como “Los Arcos”, y la Parroquia y ex Convento de San Jerónimo, que se empezó a construir en 1540.

Seguimos con los Lavaderos Públicos, un lugar que durante muchísimos años ha sido utilizado por las mujeres otomíes para lavar la ropa con el agua de un cercano manantial, y un poco más adelante, con el Santuario del Señor de Nenthé, dedicado al “Señor del agua”. A poca distancia está la Casa Hidalgo, que posee una gran historia independentista.

Foto:mexicodesconocido.com.mx

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Luego, visitamos dos talleres muy distintos. El primero está dedicado a la cantera, con la que se hacen todo tipo de columnas y artesanías. El segundo, en cambio, está dedicado a la producción tradicional de quesos. Si no tienes la oportunidad de ir a un taller, en el centro del pueblo encontrarás vendedores y queserías, así que no dejes de probarlo.

Hablando de comida, Aculco tiene varios platillos que complacen a cualquier paladar, como escamoles, barbacoa, carnitas y jamoncillos… aquí no hay dieta que valga.

Antes de irte, tómate un momento para conocer su artesanía otomí. Destacan especialmente los textiles (rebozos, mantas, faldas, etc.) y los artículos hechos con ixtle o fibras del maguey, como sombreros y ayates.

Y aunque todo lo anterior lo puedes hacer en un día, lo más probable es que te quieras quedar mucho más tiempo.

¡A descubrir Aculco!

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