1. Ver un partido de Pachuca contra León
Una de las rivalidades más recientes pero más intensas del futbol mexicano es la de Pachuca contra León, debido a que el dueño del Pachuca (Jesús Martínez Patiño), es papá del dueño del equipo de León (Jesús Martínez Munguía), y por lo tanto ambos pertenecen al mismo grupo. ¡No te pierdas uno de los nuevos clásicos!
2. Comerte un paste
¿Sabías que…? Al igual que el futbol, los pastes llegaron a México gracias a los mineros ingleses que se establecieron en nuestro país para trabajar en las minas de Hidalgo. ¿Y qué mejor modo de agradecerle a la Corona Británica que con un delicioso paste de carne y papa en el Estadio Hidalgo, y un partido de los Tuzos?
3. Cantar la porra de los Tuzos
El Club Pachuca, bajo la dirección de Andrés Fassi, fue el primer equipo del país que formó una barra (una porra), por lo que tienen varios icónicos cantos que resuenan en cada partido. Del “Grito de Guerra” al “Vamos Pachuca“, hay más de 15 porras por cantar, así que mejor ve guardando tu voz.
4. Reírte de las travesuras del Pachus, la mascota del Pachuca
Ir a un partido de los Tuzos es reírte de las travesuras del Pachus, la mascota del equipo, que juego con juego se dedica a entretener a la afición, coqueteando con chicas, haciendo reír a los niños, bailando, y toreando al equipo rival… ¡Imposible no quererlo!
5. Celebrar un gol
Pocas experiencias se comparan con celebrar un gol de tu equipo preferido. La energía, el ambiente, las bengalas, y la celebración en general, son realmente inolvidables, aun cuando no seas particularmente adepto al futbol.
Te invitamos a asistir a un partido, y por supuesto, darte una vuelta por Mundo Futbol, donde podrás vivir la experiencia de ser un jugador profesional, al menos por un rato.
Artículo original en 5 Experiencias imperdibles del Estadio Hidalgo de Travel Report.
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