Nuestro país tiene una magia tal, que sin importar a dónde vayas, siempre hay una leyenda por conocer. Y aunque estos relatos se esparcen de boca en boca, y cambian con el tiempo, mantienen siempre un trasfondo de tradición e identidad. Vamos a explorar el Pueblo Mágico de Tequila a través de tres de sus leyendas más populares.
El dragón dormido
Cuenta la leyenda que hace cientos de años, la gente de Tequila creía que bajo tierra habitaba un enorme dragón dormido, tan grande que su cabeza reposaba bajo la iglesia del centro del pueblo y su cola llegaba hasta el cercano volcán. Su poderosa respiración era la única explicación para las fuertes ráfagas de aire que aterrorizaban a la población. Un buen día, la gente decidió construir una cruz de piedra al lado de la puerta de la iglesia, para evitar que el monstruo saliera de su guarida. Si este truco funcionó o simplemente nunca hubo un dragón, eso lo dejamos a tu criterio.
Los lavaderos de Cipriano Rosales
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Esta historia ocurrió hace poco más de cien años en el pueblo de Tequila, mucho antes de la invención de las lavadoras. Se cuenta que cerca de la fábrica de Sauza había un pequeño arroyo, donde se juntaban las mujeres a lavar la ropa. Al darse cuenta de las dificultades que esto implicaba, el presidente municipal de esos tiempos, Cipriano Rosales, mandó construir 83 lavaderos públicos, que pronto se convirtieron en el punto de reunión del poblado. Allí se juntaban las mujeres para lavar la ropa y, de paso, compartir los chismes más recientes. Una de estas lavanderas era doña Félix, dedicada a esta profesión desde los quince años, y quien día con día, iba al mismo lavadero y ponía un pequeño banco para alcanzar mejor. Tras su muerte por causas naturales, a los 85 años, la gente del pueblo guardó el banquito, pues pensaron que nadie más lo usaría. Para sorpresa de todos, a la mañana siguiente, el banquito apareció en el lavadero de doña Félix, fenómeno que se repitió cada noche por mucho tiempo. Finalmente, se decidió que el banquito se fijaría con cemento, para que la buena mujer pudiera seguir lavando desde el más allá.
Se dice, también, que si los lavaderos se cuentan de un lado a otro, suman 83, pero si se cuentan en reversa, el número ya no coincide. ¿Quién diría que lavar ropa podría ser tan entretenido?
La Paloma Azul
Una de las leyendas más conocidas de Tequila es la de la “Paloma Azul”, que se dice ocurrió a finales de siglo XVIII. Se cuenta que una oscura noche, un jinete con el rostro cubierto atravesó el pueblo a caballo, gritando algo que sonaba como “¡Ejecución! ¡Ejecución!”. Al salir el sol el siguiente día, el pueblo estaba cubierto por una densa niebla, que trajo consigo una misteriosa enfermedad conocida como “la paloma azul” (actualmente no se sabe cuál fue exactamente), y que cobró muchas vidas.
Si estas tres leyendas te gustaron, te invitamos a visitar el pueblo y tomar un recorrido a bordo del tranvía de José Cuervo, donde no solamente escucharás muchas leyendas más, sino que irás a los lugares donde todo ocurrió.
Artículo original en Dragones, fantasmas y jinetes: 3 leyendas de Tequila de Travel Report.
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