“…ahí nomás tras lomita
se ve Dolores Hidalgo
yo ahí me quedo paisano
allí es mi pueblo adorado…”
El 19 de enero de 1926, nació en Dolores Hidalgo el compadre de los desamores mexicanos, el rey (con dinero y sin dinero) de las cantinas, el autor de las letras que todos nos sabemos y cantamos desde el corazón: José Alfredo Jiménez.
Hijo del dueño de una farmacia, vivió hasta los ocho años en Dolores Hidalgo, para luego mudarse a la Ciudad de México. Sin embargo, la fama y los logros del cantautor tuvieron gran impacto en la población, hoy nombrada Pueblo Mágico. Para honrar su memoria, estas son las cuatro paradas obligadas:
Casa-Museo José Alfredo Jiménez
Alojado en la que solía ser la farmacia de su padre, el museo es una ventana a la vida del cantautor. Cuenta con 10 salas ordenadas por cronología y temática, cada una nombrada como una canción, como “Ese Pueblo de Dolores”, “Qué suerte la mía” y “Paloma Querida”. Con todo desde exposiciones interactivas, objetos personales, cartas, diplomas, discos y testimoniales, el museo es un recorrido por todos los aspectos de su carrera y vida personal, desde su infancia hasta su muerte.
Está ubicado en Guanajuato 13, Centro. Tiene un horario de 10:00 a 17:00 (de martes a domingo).
Mausoleo José Alfredo
Foto: Pedro Sánchez
Los restos de “El Rey” reposan en un mausoleo dentro del Panteón Municipal de Nuestra Señora de Los Dolores, una formidable escultura compuesta por un sombrero color bronce que alberga un pequeño altar, comúnmente decorado con claveles blancos y en el que se lee el epitafio “La vida no vale nada”. De ahí sale un alegre sarape hecho de mosaicos multicolores cuya forma está inspirada en la sierra de Santa Rosa. Tiene grabados los nombres de 119 canciones, y casi 100 espacios en blanco que simbolizan sus obras inéditas. La tumba fue diseñada por el arquitecto Javier Senosiain, yerno de José Alfredo.
Parador turístico José Alfredo Jiménez
Ubicado en la lomita de la que canta José Alfredo Jiménez en Caminos de Guanajuato, está el recientemente inaugurado parador turístico, construido tanto para honrar la memoria del cantautor como para promover la gastronomía y el trabajo artesanal de Dolores y de Guanajuato en general. Tiene una magnífica estatua de “El Rey” y más de treinta establecimientos comerciales de todo tipo, en los que encontrarás desde artesanías de mayólica y alfarería, hasta nieves artesanales y productos gastronómicos, muebles, e incluso operadores turísticos.
Sus cantinas
Tanto como cantaba de cantinas, José Alfredo las visitaba, por lo que en todo el estado abundan barras que lo vieron brindar y cantar. ¿Y dónde mejor para brindar que en las de su pueblo natal? Se dice que su preferida era “El Incendio” (calle Jalisco 21), aunque también valen la pena “El Triunfo”(Tabasco 14) cuya decoración celebra la vida del dolorense, y “La Hiedra” (Jalisco 31), una cantina tradicional en todo sentido.
Sobra decir que aunque cualquier momento del año es bueno para visitar este bonito Pueblo Mágico, la celebración de Independencia es espectacular, pues fue aquí donde Miguel Hidalgo dio inicio a la lucha tocando la famosa campana.
“Que repiquen
las campanas de Dolores
y al compás de los acordes
de nuestro Himno Nacional,
¡Viva México!, gritemos
que aunque estemos como estemos
no nos echamos pa’ tras.”
Artículo original en Descubriendo el Dolores Hidalgo de José Alfredo Jiménez de Travel Report.
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