Comúnmente vista como una ciudad industrial, dedicada a la confección y venta de piel y calzado, León no es considerada en el itinerario de muchos viajeros. Sin embargo, esta urbe sorprende, pues, como su equipo de futbol, ha logrado avanzar de la segunda división para convertirse en un destino de primera. Y estos diez puntos son la mejor prueba:
- El Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús es único en México. Tiene una singular arquitectura, que recuerda a la de las catedrales góticas en Europa. El templo fue levantado en 1921, siguiendo las características de las construcciones medievales de ese estilo: altura, rosetones, vitrales y ligereza. El edificio es bonito y original, pero en las noches, cuando se ilumina, es realmente espectacular.
- Aloja antiguos barrios con mucho color. El Barrio de San Juan de Dios es uno de los más tradicionales de León. Dar una vuelta por la Plaza San Roque o visitar el Templo de San Juan de Dios, son algunas de las actividades que los harán sentirse como si estuvieran fuera de la ciudad. Otros imprescindibles: sus nieves y exquisitas guacamayas.
- Tiene uno de los bares más curiosos de México. Se trata del Panteón Taurino, donde podrán sentarse en lo que parecieran lápidas de toreros. Aquí el mundo de los toros cobra vida, sobre todo cuando se otorga el premio que, cada año, dan al mejor matador.
- Su zoológico es uno de los lugares preferidos de los niños. El Zooleón, Parque Zoológico de León, tiene más de 1,200 ejemplares, entre los que destacan los habitantes más mexicanos: el águila real y el lobo gris. Es una buena opción para ir con la familia.
- La ruta PiCaSo no es lo que parece. Aunque muchos creerían que obtiene su nombre por el famoso pintor español, en realidad hace referencia a las tres actividades más populares entre los leoneses: piel, calzado y sombreros. El recorrido incluye tenerías, zapaterías, plazas (como Plaza Catedral), talleres como el Atelier Amareto y marroquinerías, como Animal Exotic donde el diseño es el rey.
- Si se busca un buen foro dedicado a la cultura, nada como el Fórum Cultural. Este moderno y amplio espacio tiene jardines, fuentes y esculturas. El Fórum incluye el Teatro Bicentenario, la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez Moreno y la Unidad Académica para la Cultura y las Artes de León. De verdad es un complejo de primer mundo.
- Las cantinas leonesas son lugares llenos de historias, leyendas y anécdotas. Un recorrido por estos bares no solo los pondrá contentos (sobre todo después de unas copitas), sino que les permitirá llevarse los mejores relatos de la ciudad. Algunos de los imprescindibles son: Bar El Círculo, de estilo bohemio, con música de piano en vivo; el Bar Báltico, en el Barrio de San Juan; y el Cuatro Vientos, que será el predilecto de los pamboleros.
- No hay festival más bonito y colorido en todo el país que el Festival Internacional del Globo en León. Globos aerostáticos de todas formas, tamaños y colores llenan los cielos de esta urbe en noviembre; también hay conciertos, juegos mecánicos y noches mágicas con globos iluminados. ¡Todo un espectáculo que no pueden perder de vista!
- Los monumentos y rincones más conocidos también tienen su encanto. La Fuente de los Leones, la Plaza de los Mártires, la Plaza de los Fundadores y la Catedral Basílica de la Madre Santísima de la Luz son imprescindibles en la visita a León. Además, la Casa de las Monas es muy atractiva pues ahí se atrincheró nada más y nada menos que Pancho Villa durante la Revolución.
- Las guacamayas son el antojito más simple y delicioso que se puedan imaginar. Estas tortas de chicharrón bañadas en salsa de pico de gallo (y a veces rellenas de una quesadilla de requesón) valen por sí solas la vuelta a León. Hay que acompañarlas con cebadina (bebida hecha a base de cebada y jamaica).
Artículo original en 10 pruebas de que en León hay más que zapatos de Travel Report.
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